Dulce Amor: por qué NO

El Malo y El Peor

La exitosa novela recupera el gusto de los viejos culebrones, pero algunos personajes son un martillazo en la cabeza.

1- Porque está todo bien con volver a la tradición de aquellos culebrones de antaño, pero la tira abusa del recurso y da un poco kistch.

2- Carina Zampini y Sebastián Estevanez tienen química, es cierto, pero dos escenas seguidas entre ellos invitan a buscar un profesor de teatro y mandárselos por delivery.

3- Sus momentos hot son un raro jeroglífico. ¿Por qué cuando él se baña ella mira a sus zonas bajas y abre los ojos como si hubiese visto al Nahuelito?

4- Amamos a Georgina pero ¿hace falta verla haciendo gimnasia en una pelopincho?

5- El kiosco de Arturo Bonín es de una pobreza franciscana. Quien tenga dos turrones, algunos chicles y veinte caramelos, acérquelos a los estudios Pampa.

6- Jorge Sassi, un mayordomo adorable. Lástima que el personaje lo viene haciendo desde el año 80.

7- Mariquita Valenzuela ¿tiene que pronunciar todo con "esheee" para que se note que es rica? Y aparte ¿por qué le sacaron el bastón?. Así no vale!

8- Segundo Cernadas es el villano. Mauricio Doval, de Resistiré, se revuelca en el más allá.

9- Laura Novoa hace la esposa desquiciada que terminará en un loquero. Es buena actriz, pero Gigí Ruá lo hizo sin desperdicio varias novelas atrás.

10- Darthés defrauda a las seguidoras de su pecho peludo y ahora se lo depila. Falta que te cante un tango y agarrate Catalina.


Así y todo les cuento un secreto: Hago bastante zapping y me engancha la novela. Quizás ahí esté el fenómeno del programa. Criticamos "eso" pero es "eso" lo que nos hace adictos a verlo.

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