Llegó el momento de hablar del género que le paga el colegio a mis tres hijas. Odiados, críticados, ninguneados, pero siempre vistos. Desde esta columna los vamos a reinvindicar como nunca.
1- Porque son los grandes generadores de temas para los demás programas.
2- Porque son los que sacan a las chicas lindas de los departamentos privados y las convierten en estrellas. Así más de uno puede decir, "yo me gar...a .... antes que sea famosa"
3- Porque sin ellos no hubieran existido los mediáticos clásicos, que nos acompañan hasta estos días.
4- Porque desde Lucho el espectáculo siempre es igual: quilombo, actores, vedettes, gatos, empresarios, cuernos; todos los mismos tópicos, pero cada vez más picantes.
5- Porque los paneles de la mayoría son verdaderas divisiones inferiores de periodistas "malditos" en el futuro.
6- Porque no sólo están en televisión abierta, sino que en cable y hasta en internet hay programas de chismes.
7- Porque los periodistas políticos se hacen los serios y nos critican, y viven del chisme a escala siempre más peligrosa.
8- Porque durante mucho tiempo, los espectáculos de revistas y los programas de Ideas se nutrieron de las chicas que aparecían en los "programas de la tarde".
9- Porque siempre dicen que el chimento está muerto, pero sobrevive a todos los agoreros que nos quieren "enterrar".
10- Porque es mi medio de vida y conozco a la mayoría de los periodistas que lo ejercen, y son buena gente, con códigos, y profesionales de verdad. Ojalá otras ramas de esta profesión tuviera gente tan piola como esta.