"El síndrome de febrero"

Desde hace un tiempo, las temporadas teatrales detonan en conflictos en el segundo mes del año. Acá, un repaso de las peleas y los motivos de esos escándalos.

Cuando arrancan las temporadas teatrales, todos los elencos se muestran como "amigos inseparables". En  las notas hablan de cordialidad y describen a la temporada, casi como si fuera un viaje de egresados. "Somos muy compañeros", "salimos a comer todas las noches" o "nos divertimos mucho al hacer la comedia"; son algunas de las frases más escuchadas en diciembre, cuando la temporada veraniega recién está comenzando y todos son una gran familia.

El mes de enero suele ser de acomodamiento y si las obras funcionan bien, las cosas son tranquilas y no hay mayores conflictos.

Pero al llegar febrero el tema se complica, en especial cuando las propuestas teatrales no terminaron de funcionar bien y están más cerca de quedar en el olvido, que de ser una favorita del público.

"Cuando arrancamos todo es felicidad, pero en febrero, todos se quieren matar"
, esa es una máxima no escrita del teatro de verano, y en este 2015 el tema se tornó muy intenso.

Arranquemos con "Leonas": durante las primeras semanas, Carmen Barbieri y Nazarena Vélez, se mostraban casi como "hermanas" y no se conocía ningún conflicto. Pero la obra no funcionó como esperaban, la propia Barbieri lo reconoció en un nota, y ahí empezaron los problemas.
 Nazarena se pegó un faltazo, aún sin explicación racional y lógica, dos días después  de ese episodio, Barbieri fue internada  por un "ataque de pánico". A todo esto hay que sumarle, la guerra de tuits por el romance de sus hijos, y los dichos de sus compañeros. Chichilo Viale, integrante de Leonas declaró "el quilombo no vende entradas", y en esta obra se cumplió dicha máxima. Sin contar que a un mes del estreno, Coki Ramírez, dejó la obra, por "compromisos anteriores". En síntesis, les llegó febrero a todos , y los quilombos arrancaron y parecen no detenerse.

El mes fatídico apareció también para "Tu cola me suena". Durante las primeras semanas, María Eugenia Rito y Sabrina Ravelli eran "casi novias", se histeriqueaban, se buscaban y hasta Ritó le quiso "comer la cola a la ex de Alé". Pero de pronto todo se puso espeso, Ritó trató de trepadora y mosquita muerta a Ravelli y terminó echándola del camarín que compartían. Mientras que Sabrina declaró "si yo habló la destruyo". Luego se sumó Andrea Estevez, y "la guerra declarada" se terminó de instalar en la obra. En el medio de todo esto, el éxito no acompaña a la comedia, y las mujeres del elenco, se matan vía móvil de televisión. La buena onda se quebró a poco de empezar el nuevo mes.

El caso de Ariel Diwan y "Stravaganza", parece también tener la maldición de febrero. Todo arrancó bien, sólo había un histórico conflicto con Romina Propato y Flavio Mendoza, pero eso era historia conocida. Pero bastó que arrancara el mes para que comenzaran los problemas, un bailarín, Ezequiel Cobalan, denunció a la producción de pagos en negro y de no abonar las horas extras, A esto se sumo la AFIP, el conflicto con Actores, la pelea de Diwan con un delegado de la entidad, y por último la separación del productor de Gisela Bernal, terminó por sellar, un temporada difícil a todo nivel. El éxito no es el de antaño, en Buenos Aires Mendoza declaró que "Stravaganza Tango está flojita y tecleando" y Diwan dijo que en Villa Carlos Paz "vamos a estar hechos, pero lejos de los números de los años anteriores".

La falta de público, el escaso éxito, el poco protagonismo mediático y el crecimiento de nuevas figuras en detrimento de las clásicas caras del teatro veraniego, hacen que los nervios estallen durante el mes de febrero. Como decíamos al principio, las primeras semanas son de acomodamiento y sonrisas falsas para las cámaras, pero cuando las cartas están jugadas y la temporada está definida, las peleas y conflictos arrancan, y eso casualmente sucede con "el síndrome febrero".

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