Mariana Nannis, huyendo de la Afip, se refugia en la música y el champagne
Medi?ticos
Mientras todos la buscan -especialmente los agentes recaudadores del estado- ella y sus hijos estuvieron en un recital en el hotel donde se hospedan, aplaudiendo a los gritos.
Como frutilla del postre acompañó a su madre, su hermano y su amigo Leo -el piloto que también es investigado por los recaudadores de la Afip- en el Faena.
Nannis eligió su mesa a un costado, camuflada detrás de un piano para no estar tan en el centro de la escena y las miradas. De todos modos nadie le dedicó demasiadas. Los húespedes del hotel casi ni se acercaron al grupo de la madre de Charlotte, ni les dieron demasiada cabida.
Lejos de su desaparición mediática, a Nannis como de costumbre, no le importaba nada. Ella y el resto aplaudían como locos a Natalia Lobo, un poco exagerados cuando se trataba de canciones "tranqui" en un ámbito idem. Pero pedirles recato sería como pretender que no vivan del canje: imposible.
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