Motochorro en TV: ¿Periodismo o morbo?

La semana pasada el motochorro más famoso formó parte de un programa de televisión. ¿Qué aporta el testimonio de un delincuente en los medios?

Todos sabemos que lo que está mal es que el motochorro no haya sido detenido y este preso, luego que millones de personas vieron asaltar brutalmente a un turista. Obvio que todos coincidimos en que la Justicia, la policía o quien sea, no hizo lo suficiente para que el "Conejo" Aguirre fuera capturado y que pague por el delito que cometió.

Superado este punto, queremos analizar la participación del motochorro en un programa de televisión. Esta columna no tiene como objetivo juzgar al conductor que decidió hacer la entrevista más polémica de los últimos tiempos, pero sí tratar de entender si esa nota sirvió para algo o si solamente fue un golpe de efecto para generar morbo en la audiencia.

Una entrevista así, en mi modesta opinión, hace que la gente empatice con el delincuente y tal vez termine creyendo en su costado humano, justificando un robo o un crimen más serio. O lo que es peor, irrita tanto al público que lo ve,  que puede generar tal violencia, que algún "justiciero" busque un  linchamiento del delincuente. Todo esto puede ser generado por los medios, en pos de conseguir "la nota que todos quieren".

La mayoría de la patria periodística dijo "yo hubiera hecho la entrevista", pero sabemos que muchos lo dicen porque tienen varios "muertos en el  placard", y no querían que Viale se los refregara en la cara


Mauro Viale, responsable de la nota, dijo que los periodistas más célebres de este país, lo felicitaron, pero igual a él eso no le alcanzó y le molestaron mucho las opiniones adversas sobre su tarea.

Cuando Viale estuvo en "Desayuno Americano con Pamela", atacó a Doman por criticarlo, y a varios colegas que no compartieron su trabajo periodístico, los ninguneo con su estilo sobrador.

Personalmente creo que una nota así no agrega nada, no suma una reflexión importante, y sólo victimiza al entrevistado. Y si encima el que lo entrevista es complaciente y condescendiente con el motochorro, el resultado es un patético show periodístico, que banaliza uno de los temas más sensibles de la sociedad: la inseguridad.

Para peor sí uno dice que no haría esa entrevista, es señalado como "un periodista limitado" o te tiran por la cabeza algún muerto periodístico, que obviamente, todos podemos llegar a tener.

El sistema judicial no lo podemos cambiar, los procedimientos policiales tampoco. Los errores políticos sí se pueden modificar cada vez que votamos. Pero lo que sí podemos mejorar los que trabajamos en los medios es la posibilidad de entrevistar o no, a ciertos personajes siniestros. Y los espectadores también pueden modificar esto cambiando el canal cuando algún "prócer del periodismo", decide vendernos el peor morbo, disfrazado de entrevista exclusiva.

No nos dejemos engañar por los mismos que hace cuarenta años se hacen las víctimas llevando las peores miserias a los medios en pos de "un periodismo de impacto". No compremos una nota pensando que es periodismo, cuando en realidad es morbo en estado puro, maquillada de "la entrevista del año".

Adrián Pallares.

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