Fátima Florez vive un tiempo de confesiones públicas. A fines del 2016, había revelado en diálogo con Susana Giménez: "Mi marido me conoció virgen, tenía 19 años. Lo conoció en un casting de un proyecto que nos hizo y se quedó con la cosita que le había gustado".
En una entrevista, contó por primera vez que utiliza un nombre artístico: "Mi apellido es Flórez, el de mi papá, pero Fátima es artístico. Me lo eligió Norberto, mi marido, que es devoto de la Virgen y toda la vida tuvo una santería en Liniers".
"No quería que se perdiera la magia, me llamo María Eugenia", confesó a Pronto.