Con su simpatía y frescura habitual ingresó al teatro e inauguró la "selfilomena" y hasta se permitió jugarle una broma a su compañero en Piel de Judas.
Con su simpatía y frescura habitual ingresó al teatro e inauguró la "selfilomena" y hasta se permitió jugarle una broma a su compañero en Piel de Judas.
Es que Grimau bromeaba que en vez de whisky le ponían té y que cuando trabajaba con Susana le daban whisky de verdad. Entonces Susana trajo de regalo una botella del mejor whisky y pidió que le pusieran en el vaso pero sin avisarle al actor y esperó pícaramente a ver cómo reaccionaba cuando le tocaba tomarlo.
Luego del saludo final, Antonio Grimau le agradeció y la invitó a subir al escenario, donde le entregó un ramo de flores y Dany Mañas, productor de la obra y amigo íntimo de la diva, la nombró oficialmente "madrina" de "Filomena Marturano".