Verónica Lozano: "A Corcho yo lo cambié; antes era triste y ahora se ríe mucho más"

La conductora de AM hizo una producción especial de fotos para la revista Luz y habló de su trabajo en la tele, su vida como mamá y pareja del empresario Jorge Corcho Rodíguez y mucho más.

Verónica Lozano conduce AM hace ocho temporadas en las mañanas de Telefe junto a Leo Montero, y este domingo es tapa de la revista Luz del diario Perfil. "Soy una mamá medio hippie" es el título que acompaña una producción de fotos de colección primavera verano en una revista especializada en moda.

"Los niveles de audiencia me obsesionan más que las historias clínicas -Lozano además es psicóloga-. Controlo el minuto a minuto cuando estoy al aire. Cuando veo la tele chequeo a los demás programas. Si me ganan al aire, me desespero y pregunto ´¿Qué están haciendo?´, como loca", confiesa en la nota la conductora de AM.

En una charla íntima se permitió hablar de su vida como mamá de Antonia, su hija de cuatro años: "No sé cómo no me di cuenta antes; ya no me imagino la vida sin mi hija. Es un amor muy intenso, muy puro y desinteresado. Aunque a veces tenga ganas de tirarla por la ventana, por lo general me llena de ternura, inspiración y magia. Antonia es una mini Andrea del Boca: arma sus propias novelas y yo sufro al verla.Igual yo soy brava, si la veo con una moneda en la boca le explico que si se la traga tendrían que abrirle la panza con un cuchillo. Un horror. Me gustaría volver a ser mamá pero me da un poco de miedo; estar embarazada te demanda mucho tiempo y no quiero dejar de lado mi trabajo; no me cerraía a adoptar", cuenta.

Sobre su relación con Jorge "Corcho" Rodríguez asegura que "es un trabajo día a día; no sentir que tenés todo ganado, en Uruguay salimos a comprar muebles, que es nuestro plan. El año pasado nos fuimos a Amsterdam. Cultivamos la pareja. Es lindo jugar a ´estar de novios´. Yo soy más graciosa; él es más callado y cada tanto pone unas caras tremendas o hace comentarios sotto vocce que son geniales. A veces me siento un acompañante terapéutico, y él está en tratamiento ambulatorio. Yo lo cambié: antes era triste y ahora se ríe mucho más. No se hace tanto el recio. Jorge quiere el bombo, la boda, todo! Se piensa que estoy en una telenovela", dice entre risas.

En el final habla del paso del tiempo y la vida que lleva: "Me empieza a pegar el paso del tiempo. Me gusto, creo que llevo los 43 años bastente bien, pero es muy cruel, sobre todo para las mujeres. Para nosotras siempre hay un pelado simpático o un tipo con una panza divina. En cambio a las chicas nos dicen gorda bachicha. El sistema tiende a las jóvenes y es muy ingrato. De grande me veo como Chunchuna Villafañe; quiero ser una vieja canchera con mucha onda, no una pendevieja. No quiero estar tuneada. Los objetos de lujo que le gustan a Jorge no me colocan en otro lugar. Eso puede no estar mañana y creo que no va a cambiar quien soy", sentencia.
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