Rating del perdón vs rating de la diversión

Anoche Marcelo Tinelli asumió la responsabilidad de disculparse por el exabrupto de Marcela Coronel y José María Listorti frente Verónica Perdomo, en Showmatch.

Anoche se vivió un momento distinto en la televisión. El conductor número 1 de la Argentina tuvo que enfrentar un tema que le era ajeno y pedir perdón. Una ocasión casi inédita en este medio, en el cual hemos visto a nuestra máximas divas decir barbaridades y sólo en honrosas excepeciones, como alguna vez lo hizo Mirtha Legrand por el episodio Roberto Piazza. Jamás han pedido perdón, ni por "el que mata tiene que morir" o por el  "vivo con vidrios polarizados y no me importa la realidad", entre algunas de las desafortunadas frases que han pronunciado "nuestras queridas estrellas".

Ayer Tinelli se disculpó frente a Verónica Perdomo, una chica bella, buena y sensible, que pasó por lo peor que puede pasar un ser humano. Y a pesar de su ACV y de la muerte de su padre y su hermano mientras ella estaba en recuperación, sigue adelante y se dice a si misma "una sobreviviente".

Marcelo pidió perdón por él, por la empresa, por el conductor del programa donde pasó el incidente y por la periodista que llevó adelante la duda, que rápidamente convirtió en acusación. Hasta ahí todo bien, pero como gente que hacemos televisión nos sorprende que ese momento importante midiera entre 17 y 20 puntos de rating apenas, y que no recibiera un apoyo masivo por parte del público.

Es verdad que todavía estaba "Graduados" al aire, pero el estreno de "Sos mi hombre", la nueva tira, le había dejado a "Showmatch", 20 puntos de piso, que al instante de aparecer Perdomo bajo a 17 puntos.

Pero más llama la atención que luego, cuando Marcelo jugó un sketch con "Los Baez" o con Alexander Caniggia, el número de rating trepó hasta los 27 puntos, mantiendose así, durante más de media hora.

Somos difíciles los espectadores, exigimos disculpas a los gritos para "solucionar" el daño hecho, y cuando eso pasa no lo vemos. ¿Será que preferimos ver una y mil veces a Verónica Perdomo llorando y humillada antes que contenta aceptando un pedido de disculpas? ¿Será que de la boca para afuera queremos solucionar el tema, pero nuestro morbo prefiere la contienda y ver como sufre otro, sólo para compadecernos? ¿Será que todo lo que criticamos es lo que queremos ver en televisión?

No tengo las respuestas, pero si sé, que anoche el hombre más importante de la televisión argentina pidió perdón y eso no pasa todos los días.

Lo inquietante de esta situación es que "muchos" de los ofendidos por el caso Perdomo prefirieron mirar para otro lado a la hora de las disculpas, y volver a prender el televisor a la hora de la diversión.
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